lunes, 28 de enero de 2008

El gaucho Marcelo... De Young a Dénia.

De las mejores cosas que me sucedieron en EE.UU. fue conocer a Marcelo. Mi primera casa en Atlanta era en el 2501 de la The Falls Parkway. Marcelo vivía en la puerta de enfrente. A simple vista, me pareció un guacho de mierda. Yo soy así... demoledor para los juicios. Pero a los pocos días nos sentamos a tomar mate en la escalera. Allí me contó que era de Young, departamente de Río Negro. Y se notaba... no había perdido nada del acento. Un gaucho hablando el Marce. Estaba solo, muy solo. Los “amigos” que lo habían convencido para irse a Atlanta, habían desaparecido... triste historia que se repite una y otra vez.
Por aquel entonces, Marcelo estaba llenito de inquietudes políticas. Venía de una familia colorada, pero el loco no estaba para nada convencido. Era una pregunta tras otra... quería saber más y más sobre la dictadura, los por qué, las causas... Me agotaba... confieso que me agotaba tratando de explicarle. Empezábamos hablando de Seregni y el programa político del Frente Amplio y terminábamos hablando de Artigas y la primer reforma agraria de Latinoamérica...
Ojo que también él me enseñó a escuchar “La Trampa” (confieso que Luna de marzo pasó a ser una de esas canciones imprescindibles) y el rock gótico que curtía Marcelo por aquellos años. Lo terminé adoptando como un hijo.
Sí... Marcelo era como mi hijo mayor. Verlo jugar y pelear con Camilo y Tamara, no hacía otra cosa que confirmarlo.

Recuerdo perfectamente el día que decidimos con Adriana venirnos para España. Estábamos sentados al borde la piscina del complejo donde vivíamos, obviamente tomando mate y en eso, cae Marcelo. Cuando le dijimos que nos íbamos, lo único que atinó a decir fue: -y cuando volamos?-
Fue así que el 5 de noviembre del 2003, a eso de las 5 de la mañana, cerramos la puerta de The Falls Pkwy por última vez. Mientras tanto, caía una llovizna finita sobre Atlanta...
–Ja!- dijo Marcelo... –Ahora que nos vamos, a Atlanta se le da por llorar-.
Y allá salimos, como contaba en el post anterior en la Ford, rumbo a New York...
Cuando despachamos las maletas... enormes y pesadísimas, la morena que nos atendió nos preguntó:
–Se mudan?-
-Siiiii!!! Nos vamos de EE.UU!!! Ustedes se lo perdieron...-
Cuando levantó el avión, mientras dejábamos atrás nuestro frustrado sueño americano, nos mirábamos cómplices, sabiendo que habíamos decidido bien.
Ahora, Marcelo acaba de regresar de Uruguay. Hacía siete años que no iba de visita por el pago. Los padres, que fueron al aeropuerto aquel 10 de setiembre del 2000 a despedir a su hijo adolescente, ahora... el exilio económico les devolvía al hijo hecho hombre. Curtido en mil batallas y ahora... re-zurdo. Buen maestro, tuvo... ja!
Ayer justamente le decía a Marcelo que yo noté el cambio. El ir a Young y convivir con su familia después de siete años... lo había ayudado a confirmar ciertas certezas y a derribar varios mitos.

Hoy, puedo decir que de aquel hijo mayor que adopté una tarde ya lejana en Atlanta, Marcelo pasó a ser un hermano menor. Con los que a veces te calentás, discutís, te peleás... pero que cuando falta para pagar el alquiler, calladito y sin decir nada, deja el sobre con dinero sobre la mesita del comedor. Por supuesto que trajo regalos, mates, limpiabombillas (material altamente valorado entre la diáspora uruguaya), un poncho para Adriana, remeras de Torres García y alfajores Portezuelo para Camilo y Tamara y para mí dos libros. “Tiempo y tiempo” de Líber Falco (Ediciones de la Banda Oriental) y “Poesía Completa” de Idea Vilariño (Ediciones Cal y Canto)... estoy feliz... se podrán imaginar. Las obras completas de Falco y de Idea... faaa... Cuánta cosa junta!
Eso sí, el mejor regalo que me hizo Marcelo, fue decirme que en Nochebuena, mientras hacía un cordero a las brasas con el padre en su casa de Young, se puso a lagrimear recordando que era la primera Navidad, después de 6 años, que pasaríamos separados.
A nosotros... nos pasó lo mismo.

domingo, 27 de enero de 2008

Dulce Tamara...

Anoche recordaba todos los momentos que compartimos juntos. Aquellos abrazos que me dabas en Solymar cuando yo me levantaba de la siesta. El mismo abrazo que nos dimos cuando nos reencontramos en el aeropuerto de Orlando, cuando sin quererlo, comenzaste a ser una “sin papeles”... Aquella caminata juntos, bajo la nevada que caía mansa sobre Atlanta. Recordé también aquella noche mágica, cuando abrazados vimos un eclipse de luna desde la terraza. Y tu sonrisa... siempre. Vos sabés la fuerza que me da tu sonrisa. Como aquella que me regalabas a través del retrovisor mientras hacíamos los 1.600 km. que separan Atlanta de Nueva York en la vieja Ford. Y mientras todos dormían, vos y yo cantábamos junto a Carlos Vives:

“Si, si, si,
que este amor es tan profundo,
que tu eres mi consentida,
y que lo sepa todo el mundo.
Que tu eres mi consentida
la niñita de mis ojos
la que me endulza la vida
la que calma mis enojos...”

Porque ahora, que ya estás empezando a descubrir que la vida es bastante más complicada de lo que pensabas. Ahora que a tus trece años te duelen ciertas cosas, sabés que siempre estaré esperando tu risa y tus abrazos. Como anoche, Tamara... juntos como anoche.





lunes, 21 de enero de 2008

Invitación


El próximo viernes 25 de enero, mi amigo y poeta Mauricio Vidales leerá sus poemas en el espacio cultural “Traficantes de Sueños” del barrio de Lavapiés, en Madrid.
Invito a todos los amigos a que se den una vuelta, no se arrepentirán. El Mauro pone el alma en cada palabra, en cada silencio y lo que es mejor... en cada sentimiento.

Díganle que van de parte mía. Seguramente habrá un brindis al final y sino... que los invite con un vino en algún boliche del barrio. En caso de ser esto último... no aseguro que se acuesten antes de que cante el gallo. Ah... pídanle que les cuente cuando conoció a la entrañable Marossa Di Giorgio en Colombia... y de aquella noche inolvidable cuando junto a un grupo de compañeros fundamos el Movimiento de Inmigrantes de Denia, al que Mauricio bautizó “Con raíces, sin orillas”...
No te digo... si habrá cosas para charlar con este caleño de risa generosa y compañero de utopías...

Mauricio Vidales, nació en Cali, Colombia allá por agosto del '62. Cursó estudios de Humanidades en la Universidad del Valle y Gestión de Proyectos Culturales en el Instituto Departamental de Bellas Artes de la misma ciudad. Ha participado en talleres literarios de la Universidad Libre y Calicanto. Productor de múltiples eventos artísticos y culturales. Reside en España desde hace seis años, donde ha publicado "Festejo de Ausencias" y "Huella de Silencios". Colaborador en diarios y revistas de España y Colombia.

MUJER

Eres el tiempo que sonríe y canta
Piel que brota mi palabra
Festejo de silencios que me habita
Eco persistente en el sendero
Agua humeante del poema.

EL SUR EN TUS OJOS DETENIDO

Follaje del Sur
Generosa tierra que convocas
el destino de mi tacto
en tu vuelo y tu descenso
renaces y maduras
el fuego que atraviesa
la estremecida orilla de tu noche

India azulada y sonora
en el límite del festejo y el hastío
desde tu piel soy otro grito
otro silencio, otro latido
otro hombre que mira la distancia
que le ata y le libera

El sur en tus ojos detenido...

De “Festejo de Ausencias”
Faid Editores – Calí, Colombia.
Ilustración "Retrato" de Orlando Atencio, técnica mixta.

viernes, 18 de enero de 2008

Quemar las naves y el Sur...

Hoy por la mañana, caminando por la orilla del mar, me encontré con este mensaje dentro de una de las tantas botellas que siguen llegando a la costa. Parece que viene de Brasil... la botella aún conservaba la etiqueta "Velho Barreiro"...

"Sabés cuando el alma te pide a gritos que abras un Benedetti, que hagas un mate y que escuches a Zitarrosa bien bajito, porque si no se muere de tristeza?" (Beatriz)


America Invertida , 1943 (“Nuestro norte será el Sur”)
Joaquín Torres García
Museo Torres García (Ciudad Vieja, Montevideo, Uruguay)


QUEMAR LAS NAVES
(Mario Benedetti)

El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves

pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración

y no sólo eso
también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos de el pardo
y otros materiales inflamables

el día o la noche en que por fin lleguemos
habrá sin duda que quemar las naves
así nadie tendrá riesgo ni tentación de volver

es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra

ya que será abolida para siempre
la libertad de preferir lo injusto
y en ese sólo aspecto
seremos más sectarios que dios padre

no obstante como nadie podrá negar
que aquel mundo arduamente derrotado
tuvo alguna vez rasgos dignos de mención
por no decir notables
habrá de todos modos un museo de nostalgias
donde se mostrará a las nuevas generaciones
cómo eran

parís

el whisky,

claudia cardinale.


Esta voz - Alfredo Zitarrosa

"...En fraguas de cristal la he depurado,
en escalas marinas o en naufragios.
La templé en el huracán de amarga ausencia
y mi sangre, glaciales de guijarros.
La haré camino algún día del sueño ausente,
las alas de tus pupilas lo verán siempre.

Cuando te siembre la vida
un tamborcito en el vientre
la haré rebozo de nubes
con flecos de soles tenues..."


Yo no se si vendrán nuevas botellas con mensajes como el que envió Beatriz. Solo se que sigo creyendo en las utopías, en las viejas y en las que aún nos quedan por inventar. Dice también un amigo que habita en tierras lejanas, que últimamente entrar a El Gato le pone demasiado triste. Pido perdón. Será que en este tiempo de caracol, (por suerte ya pasado o al menos eso creo) era todo cuanto tenía por decir. Mientras tanto... seguir remando sabiendo que "no habrá posibilidad de remar nocturnamente hacia otra orilla que no sea la nuestra". Y si no hay faros que nos guíen, habrá mil fogatas en la costa hechas por la gente. Porque la gente, siempre está. Que así sea.

martes, 15 de enero de 2008

Gustavo Nocetti, otro duende tanguero.



Hace 6 años ya que no andás por el Barrio Sur...
El viejo Palacio Salvo, desde esa maldita noche... quedó mudo.
Los mozos de la Pasiva y las yiras y los lustrabotas de la Plaza Independencia, extrañan tu voz.
Te juro Gustavo... te juro que tanto Buenos Aires como Montevideo siguen llorando la pérdida de su cantor.
Y vos... y vos andás sonriendo, caminando despacito... visitando desde el Fun-Fun canyengue hasta aquel restaurante cajetilla de la Av. Quintana en Recoleta. Desde la esquina de Paraguay y Carlos Gardel en pleno Barrio Sur montevideano hasta Defensa y Brasil allá en el porteño San Telmo, donde una noche lejana, los gallegos del Bar Británico nos vieron reír a carcajadas entre tangos, milongas y whiskies generosos, junto al petiso Vico, el negro Jorge y a su señorita novia de turno...
Hace 6 años ya Gustavo de aquella maldita noche de tu accidente en la Rambla... No jodas Gustavo... mirá que esto es asunto serio y vos meta desparramar sonrisas por todos lados. Andá a saber... a lo mejor será que aquella noche, el tango parió otro duende...

(Gracias a mi “Brother” Luigi allá en Australia, sin el que la vida... no tendría sonidos y como diría Juceca, cualquiera sabe que la vida sin sonidos... no tendría sentido.)

Volver (Gardel – Lepera)
Gustavo cantando a toda voz junto a la Filarmónica de Montevideo, dirigida por el Maestro García Vigil.



Tinta roja (Cátulo Castillo y Sebastián Piana)
“Veredas que yo pisé... malevos que ya no son... bajo tu cielo de raso, trasnocha un pedazo de mi corazón...”




Poeta de las 3 de la mañana (Letra: Horacio Ferrer/Música: Chico Novarro).
Gustavo le pone voz a los versos del poeta Ferrer, mientras Alberto Magnone jazzea tangueses sobre el piano.




Más sobre Gustavo: http://elgatoutopico.blogspot.com/2006/09/gustavo-nocetti.html

Material imprescindible sobre Gustavo: Música de acá (El blog de Luigi)
Laura Canoura escribió: Te amo, te odio, dame más...

Foto: lauracanoura.com.uy

domingo, 13 de enero de 2008

"Bendito seas, Angel González..."


Muerte en el olvido - Voz: Angel González


Pero era cierto nomás... los poetas también se mueren. O como dice Macu, se van de gira. Ayer nomás, se nos fue uno de ellos. Angel González. Asturiano de pura cepa. Según dicen los críticos, fue junto a Caballero Bonald y Francisco Brines, el máximo exponente de la generación del 50. (Agrego insolentemente a esta lista a José “Pepe” Hierro y José Agustín Goytisolo). Fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Reina Sofía, el Basteiro de las Artes y las Letras y en el 2004 obtiene el primer premio del Concurso de Poesía García Lorca – Ciudad de Granada. Fue también miembro de la Real Academia de la Lengua Española. Hasta aquí, lo que pude leer y escuchar acerca del poeta...

Confieso que el fin de mi ignorancia sobre la obra de Angel González se lo debo a Pedro Guerra. Un buen día, me llegó una de esas grabaciones que no llegan a los nro. 1 de ventas pero que pasan a formar parte de mi tesoro personal. El CD en cuestión se llama “La palabra en el aire”. Pedro Guerra musicalizó varios poemas y el propio Angel González le pone su voz. No conozco a otro poeta capaz de decir sus propios poemas como lo hacía él...

Habanera Pedro Guerra – Angel González




Y así fue que di con la obra de este poeta.
Joaquín Sabina decía anoche: «No sé qué decir. Estoy huérfano. He perdido a mi padre, a un maestro, un hermano, una guía, un amigo, un ejemplo... Ahí estamos todos, tratando de consolarnos como podemos. Este señor era un poeta en carne viva, uno de los seres humanos más dignos, decentes y ejemplares que he visto en mi vida. Bendito seas, Ángel González»

En esta mañana de invierno, las cenizas de Angel ya vuelan por todo Oviedo.
Angel es uno de los nuestros. Lo llamaron el Poeta del Compromiso y así lo fue.
De pie, démosle un gran aplauso.
Angel González... el Poeta... el Compañero... se va de gira.


Son las gaviotas, amor... Pedro Guerra – Angel Gonzalez






BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
—pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.


NADA ES LO MISMO
La lágrima fue dicha.
Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.
¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?
No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:
nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

ESPERANZA
Esperanza,
araña negra del atardecer.
Tu paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí,
tejiendo, rápida,
inconsistentes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.
Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.

jueves, 10 de enero de 2008

Las perras negras...


"O sea...
Resumiendo,
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa".
(M. Benedetti)

Cuando me enteré que nuestro querido Mario Benedetti se encontraba internado en terapia intensiva en un sanatorio montevideano, me imaginé que quizás Don Mario le diría estos versos a las enfermeras. Y parece que las convenció... hoy las buenas noticias nos cuentan que ya pidió que le pusieran las gafas para poder leer y hasta comió helado de limón...

Otra información cuenta que también está internado en un hospital de Lanzarote don José Saramago por problemas respiratorios...

Entonces me pregunto... Qué harán las palabras? Ahora que por unos días, las nanas de Benedetti y Saramago les impedirán ser escritas... liberadas. Aquellas “perras negras” como las llamaba Cortázar, estarán pidiendo a gritos que se mejoren.
Nosotros también...

lunes, 7 de enero de 2008

Los duendes de la Olímpica.
















(A Jacqueline Spencer, hija de uno de los duendes que habitan en la Torre Olímpica)



Algunos dicen que es verdad. Otros, que no puede ser. Pero confirmo, porque es así, que a veces, pero solo a veces... cuando uno pasa cerca del Estadio Centenario, puede escuchar voces... extrañas voces. Una noche en la que justamente acerté a pasar por el lugar, ocurrió. Entonces, y aprovechando que alguien había dejado entreabierta una puerta de la Tribuna Olímpica entré. Y mi asombro se transformó rápidamente en emoción. Y claro, que otra cosa si no? Juro porque yo estaba allí. Venía corriendo Juan Joya pegadito a la raya, dejó atrás a su marcador y cuando llegó al borde mismo de la cancha, allí donde se juntan la Olímpica con la Amsterdam... bueno, allí mismo... Joya levantó la cabeza y al ver que el Negro Spencer ya le sacaba un metro al back derecho... levantó el centro. Y ya nada pudo detenerlo. Spencer se levantó del suelo como sostenido quien sabe por que cosa y la puso contra el palo. Pobre golero... si hasta daba pena verlo.
De las tribunas bajaba el rugido manso de la multitud saludando al goleador. Para quien no lo crea, esto ocurre cada vez que sobre Montevideo, se asoma una luna increíblemente llena. Cualquiera puede comprobarlo. Solo tiene que cerrar los ojos y dejar que los duendes de la Tribuna Olímpica salgan a jugar.